MAHOMA
Ando compungido estos día de canícula: la segunda
toma de la catedral de Santa Sofía... vuelta a 1453; las cimitarras penetraron
en el templo cuando el preste cantaba la epiclesis y el oficio divino no
concluyó, toda la clerecía fue pasada por las armas... el islam es una
religiosa sinrazón en nombre de Dios que evangeliza con la espada o te
conviertes al Profeta eres hombre muerto. Sin embargo existe una profecía entre
los popes griegos que asegura que un día el propio Señor Jesucristo cuya imagen
preside grandiosa la bóveda de mosaicos (que ha sido ocluida no sé si
destruida) entrará triunfante en Hagia Sofia y concluirá él mismo la ceremonia.
Sonará por las paredes de la hermosa catedral el
estruendo de un "ite missa est" gloriosso. Otro frente que
abrió el Déspota Oscuro contra la vieja fe que profesamos los españoles
son losa hisoanicidas que campean por la Red. Seguimos dando vueltas de noria a
la piedra de la Kaaba sin hallar respuesta.
No podemos escudriñar los pensamientos divinos. Se
borró la quibla, la catolicidad dividida perdió el asidero. ¿Tuvieron la
culpa las inanes disputas teosóficas? En el Fanar de Constantinopla, sede del
patriarcado, se discurría, cuando entraron los turcos en la ciudad imperial,
sobre el sexo de los ángeles (utrum angeles migeant necne” (¿tendrían
las legiones angélicas fisiología excretoria?)
Esto está pasando hoy entre nosotros. Las prensas
nos atruenan las meninges sobre teoría y factores de la neumonía que se está
llevando a tanta gente por delante aunque no dicen la verdad.
Allí apareció Mahoma con su actitud irrevocable e
intransigente y las artes aprendidas en una madrasa dirigida por un
israelita de Medina. Exegetas bizantinos atribuyeron la pérdida de este punto
de referencia de la gran polis de Constantino a los pecados múltiples de Roma,
a las divisiones, a los gatuperios, a la lucha por el poder.
Luego están las afrentas a nuestra historia: Colón
dilapidado, Fray Junípero Serra aquel bendito franciscano mallorquín que fue
andando con la cruz a cuestas y un dedo malo desde Nuevo México hasta Oregon
adonde irá el buey que no are. O el asturiano Menéndez de Avilés que
trató de llevar el cristianismo a aquellos antropófagos salvajes habitantes de
la Florida. Es duro asumir tanto odio y tanta hispanofobia
Resulta difícil
ahora mismo, con la peste que llaman de Billy Gates el anticristo en
plena efervescencia, resistirse a suspicacias globales que ciertos entendidos
en la materia tachan de conspiranoicas.
Sencillamente, y dicho de otra forma: Mahoma fue un castigo de Dios, como lo es
ahora el Covid-19.
El Corán según los imanes lo escribió el Profeta
al dictado de las revelaciones de un arcángel pero a mí me parece─ dicho con
mil respetos ─ un libro de hazañas bélicas como la Biblia, un tratado de
urbanidad y de higiene abluciones constantes y rezos cinco veces al día.
Hay en él brotes irracionales propios de la epilepsia
pues su autor padecía de gota coral, la enfermedad de los dioses. ¿Mujeres?
Todas las que puedas alimentar. Mahoma se acostaba con Aixa su favorita pero se
permitía un harén de favoritas con las que acostarse en variación durante un
mes. Tomó al pie de la letra el comando del Genesis: creced y multiplicaos. En
ello llevan los sarracenos ventaja sobre las demás religiones. “Conquistaremos
el mundo con el vientre de nuestras mozas”. Da pavor pensar esto. En el
Coran no caben las feministas ni sus insidiosos repulgos, porque da miedo. Es un
texto de lo más causo, no apto para los que nos gusta la literatura, apto sólo
para fanáticos.
El credo muslímico digámoslo para acabar constituye una religión
viril y esa impronta la dejó en el idioma castellano. Hubo un enorme trasiego a
lo largo de ocho siglos de lucha. En Castilla es grande el acerbo de los dichos
y el pensamiento muladí y el de la aljamía. Toda la lexicografía de palabras
que empiezan por al (almudena, alfolí, alcanfor, almunia, almaciga, alelí etc.)
y otras menos conocidas como “higa” (burla). Los moros ya le hacían la
higa con los dos dedos de la mano a las huestes del Cid y estos les respondían
con cargas de caballería. ¿Era Mahoma un abdulá o servidor de dios o un agente
de Satanás, un Mustafá un elegido o el maestro de la perdición, el anticristo
que decía Lutero?
A mí cristiano
viejo me importa una higa aunque no hay que perder de vista una cosa: detrás
del moro está siempre el judío. Son compañeros de viaje. Fueron los hebreos los
que traicionaron con don Opas a don Rodrigo en Guadalete