martes, 19 de marzo de 2024

 

SEMANA DE PASIÓN

 

Semana de pasión no hay carta. Los retablos enfundados con paños morados. Proemio de Viernes Santo, se ha muerto Dios.

Estalla la primavera y el personal se dispara por las carreteras de la península ibérica mirando para los telediarios cuál sea el dictamen de los meteorólogos y yo me refugio en mi chiscón.

Getsemaní. Lágrimas de sangre que redimieron al mundo. Judas la traición. Padre mío, pase de mí este cáliz. No sé. Sed credo quia absurdum. Mi salud se recupera y visto capas pluviales de blanco. Aleluya.

Yo no estuve allí pero siento la presencia de Xto en la historia y en mi corazón. Omnes fugerunt. Lo dejaron solo. Discípulos cobardes. ¡Es todo tan entrañable y tan confuso!

Un gallo lúgubre en Jerusalén canta la Passio según san Juan. El pasaje de literatura evangélica más sublime de cuanto se ha escrito.

Lo redactó un ángel. Lacónico parte de guerra con el que Jesús venció al mal en el mundo. El centurión Cornelio.

 El buen ladrón y el velo del templo se rasgó preterida y derogada la ley vieja. Et omnis terra tremuit… tremuit y tembló toda la tierra y voces que decían: “verdaderamente éste era el hijo de Dios”.

 El ruido de las carracas litúrgicas  sustituyendo a las campanas que enmudecen hasta la noche de pascua. Ahorita en los días de pasión ya se percibe el grito de resurrección. Xristos vaskriese po istini vaskriesi (en ruso), Xristos anviar an deverat ambiat (rumano). Resurrexit sicut dixit (latin). Xristós anesti (griego) La primavera está aquí con sus flores, procesiones, el sonido de los tambores clarines y timbales, el canto de las saeta. España huele a flor de azahar

 

miércoles, 20 de marzo de 2024

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