domingo, 31 de enero de 2021

 

Miércoles, 07 de marzo de 2012


Muy ilustre Sr. Deán,

Catedral de Santiago de Compostela,

D. JOSÉ MARÍA Díez.

Plaza del Obradoiro

16705

COMPOSTELA,

(Coruña)


Mi querido don José María:


Me tomo la licencia de remitirle mis dos libros Seminario vacío y Franco y Sefarad un amor secreto. Fui alumno suyo en Segovia y me consta lo mucho que Vd. amó a aquella tierra como nosotros le queremos a usted. Para mí fue uno de los maestros que más influyeron sobre todo en aquellas clases de historia. Sé lo mucho que habrá padecido con ese asunto del robo del libro (tribulaciones que manda el Señor para probarnos) por el bien, la verdad y la justicia, pues he sido archivero y reconozco lo mucho que se sufre cuando algún ladrón mete la mano en un tesoro tan grande como el Calixtino.


También he sido periodista de la Prensa del Movimiento donde ejercí de corresponsal en Londres y en Nueva York. Ustedes buenos sacerdotes diocesanos me enseñaron a decir la verdad y defender a mi patria y mi fe, y en esa demanda sigo. En mi libro salgo al paso de las calumnias que se han formado contra Franco ese hombre de bien, militar de pro, y gallego aunque sus origines quedan demostrados eran sefardíes aunque no ha tenido la SRI un valedor tan insigne desde los RR.CC.


Las logias- estamos en lo de siempre- con sus maestres y contramaestres, sus consignas y planchas hacen trizas de su memoria. Sé que usted conoce bien el tema porque publicó, años ha, un texto inédito de Quevedo contra Iudeos. En este libro mío sobre el Caudillo me pregunto si la Teología del Holocausto no ha suprimido la de la Redención. Todo ha dado un vuelco. ¿Quieren cargarse la historia? ¿Por qué ese odio al cristianismo?


Y otro punto que toco es que nosotros fuimos hechura de la Iglesia. Nos moldearon en el mismo molde. Quod scripsi, scripsi.


De sus pláticas interesantísimas guardo un grato recuerdo, aunque fuese un prefecto estricto ()nos tenía que desasnar, veníamos con el pelo de la dehesa) porque es usted don Josémari un gran orador y profundo escritor saqueé la conclusión de que ser cristiano no es un problema de bragueta y con cierta sátira dejo caer la idea a lo largo de mi Seminario Vacío que he tenido que publicar a mis expensas, pero ya conoce usted el panorama porque ha conocido sobre sus carnes la calumnia y la protervia de los nuevos amos del mundo que manejan los círculos de la información.


Soy un proscrito como periodista y escritor y preterido. Nunca fue la libertad de conciencia tan manipulada y controlada como ahora. Me aflige y es una idea que expongo en mi novela el silencio de aquellos que debieran dar un paso al frente y decir adsum. Usted no pertenece al cupo ni de los liberticidas ni de los apostatas.


Sé lo que es un poco el silencio de Dios y por eso redacté estas humildes cuartillas que espero que no sean materia de escándalo para usted sacerdote de Cristo y deán nada menos que de Compostela. Nadie ha llegado tan alto entre nosotros. Estoy seguro de que el apóstol hará un milagro y el preciosísimo texto en el cual se recomendaba a los peregrinos que no pasaran por Vascongadas porque allí había gentes muy salvajes que copulaban con la cabra- una idea de por donde puede ir la conspiración, también el MOSAD puede estar metido en el ajo- volverá a la vitrina de donde un día no debió salir. Estoy seguro, don Josemari.


Usted no se atormente, señor deán, mi querido maestro, eran unos profesionales y ninguna culpa tenía el archivero sino ciertas gentes aleves que anda por el mundo.


He escrito varios artículos en su defensa en mis blows que son francoyelfranquismo.blogspot.com y antonioparragalindo.blogspot.com Los artículos pueden consultarse en Google.Tenga fuerte, señor. Los que queremos rogamos al glorioso apóstol que haga un milagro para bien de Galicia, de España y de toda la catolicidad.


Le abraza en Xto. y le da las gracias con todo mi afecto y respeto en recuerdo de aquellos viejos tiempos. Le rogaría que si me hace la merced de leer ambos libros me diga su opinión, aunque sea adversa y aunque me excomulgue. Yo soy un hombre casado con dos matrimonios y cinco hijos todos arriba pero me gustaría morir en un convento o monasterio y ser ordenado al menos de diácono para cantar la Passio. Espero que esté bien de salud. Siempre fue un gallego fuerte como aquellos segadores que llegaban de Galicia a los que canta Rosalía y que yo alcancé a ver en mi tierra castellana en mi niñez


Suyo s. s. s.




ANTONIO PARRA GALINDO,

Piedras Vivas n. 6

Villafranca del Castillo

Madrid

28692

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