lunes, 10 de febrero de 2020

COGUJÓN

Llueven los chuzos de punta
Cingla el viento
Un periodista ha muerto
Del día de halagos
Libéreme el dios de los cielos
Plañen todos el qué bueno era
Con cara de circunstancias
Hablan igual que cotorras
En su perenne parloteo
Yo vierto mi llanto
Sobre el cogujón de la almohada
Me las veo y las deseos
Todo pasa y se acaba
Demócratas burócratas
Mandan en plaza
Reparten el bacalao
Son la panza y la danza
Son la tesis y la antitesis
De un problema sin solución
 Léase de España
En el funeral estaba
Raúl del Pozo
El chaquetero
Pura ganadería brava
De Emilio Romero
Mil caras mil haces mil flechas
Hoces y martillos
Una chupa para cada cocktail party
Y una brujuela
Para saber
De dónde sopla el viento
Enseñas
Las que haga falta
Por eso y por otras muchas razones
No iré yo a ese entierro
Descanse en paz
Sit tibi terra levis
Pero yo no forma parte
De tal cogüelmo
Soy un periodista
En la españa del silencio

sábado, 8 de febrero de 2020

2 de octubre de 2001
CARTA A PAUL PRESTON.
Por Antonio Parra
Amigo Paúl, te escribo a cuenta de tu libro sobre las mujeres españolas que participaron en nuestra guerra civil: la mujer de Onésimo Redondo, la Pasionaria y otras cuantas más. Todo está muy en totum revolutum, las churras con las merinas, halcones y palomas, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, donde a ti te mandaron de becario de intercambio por el gobierno al colegio de irlandeses, ciudad de las que volviste diciendo pestes y metiendote con los cazurros de Delibes, pues entras a sangre y fuego contra Carmen Polo de Franco, una ovetense de pro, que tendría sus defectos como todo mortal, porque ya sabes aquello de “quien no perdona sus defectos no ama a los humanos” o “ni yantar sin desperdicio ni hombre sin vicio”, pero que fue mujer de gran corazón, afable y sencilla, esposa de un militar. Una verdadera señora de Oviedo. Como doña Jimena, doña Urraca la Asturiana o doña Gonterodo. Como mi mujer, como alguna de mis novias.
Incurres en un defecto imperdonable a un historiador objetivo la saña, la vesania, el empecinado rememorar desde el desmelenamiento del vencido.
Merezcante, hombre, respeto los muertos. Además te metes con las mujeres por lo que incurrirías en algo muy corriente a la sazón en el acoso. Un acosador te llamarían aunque claro está en tu caso no tendría el sentido que se le suele dar, pero te expones en este país, donde no se permite a maltratar verbal o físicamente a las mujeres, a que algún hidalgo te rompa la cara. Por atentar contra el honor de alguien que no se encuentra entre los vivos y no se puede defender de tus especiosos y contumeliosos veredictos que descubren tu violencia y tu impotencia contra España. Una y otra vez insistes machaconamente desde tus delirantes entregas, pues no se podrá calificar de libros a tanta carnaza con refritos de medias verdades, morcillas que no vienen a cuento y otras butifarras, en el mono tema. Más de lo mismo. Parece que sangras por la herida. Joder ¿qué te pasa?

Me acuerdo de un Paul Preston al que yo di clases de pronunciación y conversación castellana en el Marist College de Hull curso 1966 con un acento cerrado de Liverpool que pugnaba por ganar una plaza en Oxford. Era un pelitaheño de cabellos rizosos en melena leonina, muchas pecas, la pupila verde y algo de ectropión que se movía con andares de teddy boy, menos partidario de los Beatles que de los Rolling Stones y que en español, a pesar de que el director del centro me había encomiado su alto nivel, estaba pez. Si eres tú el Paul Preston de Liverpool al que yo traté de entusiasmar con la lengua y la cultura de Cervantes, tengo que decir que como estudiante pertenecías sino al pelotón de los torpes, al menos a los del montón. Para más inri, eras gamberro a morir con alevosía y provocación. Hasta en una lección me soltaste sin venir a cuento de que Valladolid era un burdel, un inmenso cuartel y un enorme convento. Que todos los españoles eramos maricas, las chicas todas putas y que los únicos machos los había metido Franco en un campo de concentración. Traté de aparejarte a razones pero no hubo manera. La cabra tiraba al monte, fui incapaz de hacer gavilla de ti. No así de otro que se llamaba Sean, un irlandés, que consiguió el A level con proficiency lo que equivale a matricula de honor “In Spanish”.
No te me despintas. Tú no puedes ser otro que aquel Paul Preston que hablaba con aquella voz cavernosa de los barrios del puerto de Liverpool. Era la misma dicción que la de Paul Mac Cartney, Ringo Star y John Lennon. Al igual que ellos tú tuviste que pulirte en la universidad aquel pelo de la dehesa y conseguir el inglés melifluo de la Bibisi. El mismo que viste y calza.
Tengo que decir que este sí que es mi Paúl. No me lo cambiaron. Vuelves por donde solías. Haciendo el burro. Diciendo paridas contumaz y procaz hasta que te cansas pero sin pensamiento original pues eres uno de esos escritores que hablan por cartapacio. Piquitos de piñón y boca de ganso repitiendo aquello que oyen o recogen sus antenas. Volviendo a los lugares comunes y los manidos tópicos de la “Collares”, la “Franca”, la “cabeza de chorlito con menos inteligencia que un ratón” etc.
Sin demostrar que ni una sola vez echase la mano al cajón como hace ahora tanta gente ni incurriendo en los cohechos y peculados ahora tan habituales. Ni a ella ni a su marido les habéis podido coger en un solo renuncio de un afer secreto o un hijo entenado o extramatrimonial los porno cronistas que no historiadores, los jornal/listos, retrateros mirones, la tribu cursi de la prensa sural, cotillas del con quién se acuesta ésa y con quién se levanta la otra, que no periodistas oportunistas de la revancha. A moro muerto gran lanzada. Desde luego, pero eso no tiene poco mérito. Os han dado una chifla, y todos capadores. Lo fácil es aullar con el lobo, lo difícil es enfrentarse a la muta. Y vosotros más que muta sois jauría que arrasa con más ahínco que las manadas de gochus que bajan a estos valles desde la Cerceda y la Rondiella o el Picu la Puerca con los recios plenilunio de enero hozando como rayones detrás del morueco. No quedará títere con cabeza ni quintana ni corral que no se abrasen acusando los destrozos de vuestros colmillos envenenados.
Yo siempre estuve reservada para Paco”, afirmaba en una de las escasas entrevistas que concedió por su cuenta ya fallecido el Caudillo. No le gustaban los protagonismos y fue la mujer de un soldado, su sombra fiel, desde que se conocieron en un baile por San Mateo del año 17 recién incorporado Francisco Franco al Regimiento del Príncipe - venía convaleciente de una bala que casi le perfora el hígado en Tiduf- hasta el 20 de noviembre de 1975.

Sin ningún altibajo. Juntos del principio al fin.
A doña Carmen Polo Martínez Valdés, digan lo que quieran las lenguas viperinas, tanto en el Pardo como la Calle Uría siempre se la conoció por el cognomen de la “señora”. Con esto está dicho todo: la elegancia, la casta, el linaje de una asturianía apacible y bondosa sin otras pretensiones que las del concepto del deber y la vocación de servicio a España. Era aquella eterna sonrisa con que aparece retratada el día de su boda saliendo de la iglesia de San Juan en 1923 y con la que acompaña a su marido a los actos oficiales nunca en primer plano.
La ceremonia tuvo que ser aplazada en dos ocasiones (“Carmencita bien puede esperar; España no”) la primera cuando tuvo que salir zumbando para ayudar a Millán Astray a organizar los cuadros de la Legión con mehalas marroquíes y voluntarios internacionales y la segunda cuando lo de Annual en 1921. Ya se sabe lo que decía Mola “la bala que te ha de matar no la sentirás venir, pero todas ellas, como las cartas tienen un matasellos, una fecha y un destinatario, hay que abrir el correo”.
Con el laconismo que le caracterizaba aquel discreto oficial gallego, pequeño y de infantería, cuando recibe el telegrama ordenando rápida incorporación al Ejército de Tareas del Rif bajo las ordenes de Sanjurjo, que le saca de su “Oviedín”, no disimula su sorna “Otra vez a torear”.
Y parte raudo a presentar batalla contra Abdel Krim.
Las personas que se quieren llegan a parecerse físicamente. El roce hace el cariño y Franco y su mujer, si no enamorados y acaramelados a la tontuna, debieron de sentir un amor profundo el uno por el otro. Se parecían en la sonrisa. Nunca lo dejó solo. Incluso durante las operaciones bélicas lo acompañaba de un frente a otro. Hicieron la guerra en una rulot.
Creo haber oído decir a un periodista, José María Zugazaga, que perteneció a la Casa de Su Excelencia, que Franco el humor que le gustaba no era tanto el gallego como el de la calle Uría. Llevaba a Asturias en el corazón. Quería profundamente a esta región donde fue feliz donde estudió a conciencia. Por eso venía a pescar aguas arriba del Narcea todos los años.
En una ocasión le preguntaron cuáles habían sido los mejores soldados de su escuadra y dio la siguiente réplica: “La guerra me la ganaron los gallegos y los moros; los navarros echaron el resto, ninguna tropa más segura que la de los castellanos, pero los más valientes no te quepa la menor duda, José Mari, los asturianos. Los de Simancas y los del Cerco de Oviedo”.
Cerca de Oviedo se sentía radiante y hasta recuperaba la buena forma física. Allí nació su única hija Mari Carmen a la que llamaba “mi nenuca” y la “morucha” por ser muy morena. Hay una entrevista que concede a Life en abril de 1937 en la finca de los Polo en San Cucufate de Llanera.

Allí se muestra al matrimonio Franco como un paradigma de armonía conyugal. Carmen y Paco sonríen sin parar y por allí anda la “Morucha” que aparece escalando un manzano de la frondosa pumarada. Y este artículo ganó la guerra para la causa nacional. El general se metió a los americanos en un puño - he ahí la fuerza de los medios de la imagen - sacando a relucir sus encantos de seductor en los primeros años. Oviedo era el sitio donde regresaba al cabo de las campañas africanas a lamerse sus heridas, el descanso del guerrero. La ciudad lo transformaba.
Parece ser que se impregnó de esa bonhomía del asturiano de buen carácter a veces irónico y teñido de orbayus y borrinas, exponente de civilidad. Ni muy pobre ni muy rico. Sólo quería una vida decente, un buen pasar. Aura mediócritas bajo las torres caladas de la catedral de Vetusta. Al tiempo que una espiritualidad profunda. Los golpes que más le dolieron fueron los que le dio la Iglesia de los obispos trabucaires como Mr. Añoveros que quiso excomulgarlo y en 1948 cuando ONU decreta la expulsión de España de la comunidad internacional merced al veto de Israel. Precisamente, a él que tanto había hecho por Israel y que tantos judíos salvara, a él que dio instrucciones al embajador Sanz Briz para que concediera pasaporte español a todos los sefardíes de Salónica. El propio Ben Gurión cruzó los Pirineos en valija diplomática dentro del portamaletas de un coche.
Esos son zonas oscuras de la biografía de Franco poco esclarecidas o silenciadas a propio intento. Como por ejemplo sus relaciones con Inglaterra que visita sólo una vez con motivo de las exequias en Londres del rey Jorge V pero al cual admiraba por su pragmatismo y buenos modales, justo lo que a ti te falta, Paul Preston.
Era un anglófilo dentro de un orden. No tanto como Julián Marías. Pero le gustaba tomar el te de las cinco con su señora y rodeado de sus hijos y de sus nietos. No le gustaba demasiado la política y leía a autores ingleses Woodhouse, Agatha Christie, Chesterton y al plomo de Azorín. Siempre dentro de unos niveles discretos de modestia confortable.
Nunca consiguió aprender inglés aunque hizo lo que pudo por reanudar aquella clase particular interrumpida en Tenerife el 14 de julio de 1936 por causa mayor. Sin embargo la figura de Franco hay que analizarla bajo la influencia británica. El movimiento se fraguó en Londres mediante los dineros del banquero Juan March y al socaire de otras trastiendas internacionales. No era él el general designado en principio sino Emilio Mola Vidal. Luego se alzó “Franquito” con el mando único. ¿Por qué? Nadie supo explicarlo.
Quedan por aclarar y por patentar los correos De Philby el gran maestro del espionaje del Circus londinense, las mañas del embajador Lord Templewood o Sir Samuel O´Hara en Madrid y las del Marques de Santa Cruz en Londres.

Los británicos sois algo anecdóticos y periféricos al abordar un hecho tan complejo como es el de aquel estallido que fue un ensayo general para algo más gordo. A chip on your shoulder como soléis decir.
Con semejante petulancia que nos mira por encima del hombre y que bajo cuerda revela una carencia y uno de vuestros muchos complejos de inferioridad nos habéis estado vendiendo “guerra civil” contadas por vosotros y nos despachasteis libros como roscas alcanzando tiradas millonarias que os han situado en el poder y la gloria. A ti me consta que el “Spain bashing” labróte todo un capital a ti, tío.
Cito a Hugh Thomas, Brian Crozier, Elliot, Ian Gibson y a ti mismo, habéis encontrado una mina mientras que aquí muchos andamos lampando. Esto tiene que ver con el papanatismo de nuestras clases pudientes con su flexibilidad de vertebras ante todo lo inglés.
Nos habéis colocado la burra y, soberbios traficantes, nos la habéis vendido bien. El “English teaching” es una industria y una picaresca en la Piel de Toro que mueve cifras de diez dígitos. Para colmo, ostentáis la exclusiva de nuestra historia reciente.
A pesar de todo algunos no podéis esconder al hooligan que lleváis dentro. Al “teddy boy” de aquellos años saltados a la fama desde sitios como Hull o Liverpool que son el culo del mundo.
Vuestra interpretación de la historia es freudiana. Todo un gran problema de bragueta. En los libros hay que echarle más testosterona que en la guerra y algunas novelas hay que escribirlas con el clítoris como hacen no pocas novelistas inglesas que remedan algunas de las pánfilas nacionales que montean por nuestros periódicos y que de una navaja en la liga han pasado a ser rosas insatisfechas.
Please no sex. We are British” era el titulo de una comedia de los setenta. Sin embargo aquí como se ha perdido el pudor el mundo gira en torno a los tamaños, las pesas y las medidas. Tengo entendido que la honra no la llevan los hombres y mujeres en las partes menos nobles de su fisiología sino en la mente y en la corazón. Y Carmen Polo de Franco Martínez Valdés era una asturiana de pro mujer de honor como lo era su esposo, el de Dar Akoba y Acila, el del Gurugú. No se explica cómo sobrevivió a aquel tiro mortal de necesidad que le perforó el vientre. Tampoco sé si tal percance influyó en su capacidad reproductora aunque dudo que afectase para nada a su higiene sexual.

De lo que sí estoy seguro es que los cojones, como piensas tú o la Fallaci, y nada se diga de doña Magdalena Albright, la que bombardeó Belgrado la noche de Pascua y que no sabía decir otra cosa en español, a question of balls, no los llevemos los hombres donde los animales. Cuelgan de otra parte. Tanta obsesión fálica es subliminal síntoma de vuestra impotencia. Sois flojos. Y Franco tuvo un par de pelotas. Eso decían los moros de la cabilas mirandolo como a un dios que tenía lo que hay que tener y “baraka”. Muchos le adoraban como si fuera un profeta. Y también los tuvo en abundancia para hacer feliz a aquella mujer, a la asturiana. ¡Ya quisieran muchos!
2 de octubre de 2001
ANTONIO PARRA, periodista y escritor.


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1 de noviembre de 2006

Dear Suzanne, Over dinner today Cris made me cry. We were talking about Helen and she said “poor Suzanne, what did you do to her, dad?” ; she disarmed me. No answers. Yes it was my fault. You impressed Cristina with your conversation over the phone and she said you are very nice and sweet. It is terrible when children ask questions. I was all fidgety all the afternoon and I called twice. I thought something wrong went with the phone but realized you were busy perhaps expecting your prospective buyers never mind. I am sure you sell your property well but of course I appreciate it might me a trauma moving and packing and going to live somewhere else and adapt to a new life negotiating your retirement and pension. Many things at a time, take it easy. My heart is with you in this especial moments. That is why I fell in the temptation of the bloody phone. Sometimes I have physical need to talk to you because it relaxes me and in your mails you sound so laconic. Of course I want to know more and more about my dear Helen. Forgive this estranged father. I hope that when you change address we not lose contacts please. Now I have been thinking about an idea all the afternoon such is well as I know I have hanged my books in Internet from an international booksellers Abebooks and the business goes well I notice I have more petitions. Today I am sending a book I purchased in London called the “Day s Burden” to Ireland, yesterday dispatched another to California and the day before to Germany. I have about two thousands and odds books in stock and I can conduct this business from home it keeps me entertained and fit and also I liked since I think I am a bit of connoisseur and you know how much I love books and also I know you do as well as you have been quite an extensive and prolific reader. My proposal is this – perhaps books I dont know could unite us again for Helen’s sake if life and events since there is always a gap between expectations and achievements did us part- we could earn money by selling books through Internet. All you have to do is to make a catalogue or put down a list of the books you have read get rid of and want them on the market and transfer it to me via email and I hanged in my website if I have a petition I mailed you and sent the money of the prize of the book postages and every thing. The description is like this:
  1. Name of the author in capitals
  2. Surname after coma
  3. Title
  4. Publishing House
  5. Year of edition
  6. Some particulars of format like soft or hard cover (skin) characteristics of paper
  7. Conditions of the copy
  8. Prize in dollars or in pounds.
For me it is like manual work. Keeps me out mischief and of my broodings and also I can earn some money. I remember when I was in London I used to visit often Portobello and the flea markets. Well you told me you have books in cases. Dont dispose of them please. Helen likes books? If she does please tell me. It could be a good business for her spare time. I dont know I hope I have not proposed an infuriating or mad idea. Things here are quite smooth although the political situation is a disaster and very hard for me to put through but we will survive and my taxonomy from now onwards should be never complain I know I am grumbler but very strong and stubborn. They bend me but they might not break me. How sweet Cristina how full of commonsense. I am in a quagmire since I dont know what to do to approach our Helen. Will she like to accept to come over here for Xmas? My wife is better since I have been nearly five weeks in the band wagon. She didn’t let me to go to Fuentesoto since she knows me and the bodegas or cellars with the good wine of the Ribera del Duero are a danger for me. Poor Silvino I did not go to put flowers in his tomb but I have had him all the day in my mind and also you parents. They are all together now. Please I am anxious to gather news about Helen and also how is it going the selling of the house. I dont understand why Rog is also packing up. Please dont disaggregate, stay together perhaps you want to be near Helen. The babies ok? Those little things could be nuisance . How maternal she is and professional. Tell me more things about her what she likes how are her friends. I see the telly and London is as bad as here full of aliens and Islamises they might be good people I dont deny it but why they dont adapt themselves to our way of life and drop the chador and the gurka and the veil or what we call here because this country was Islamic for eight centuries and some of the Arabs tradition endure the griñon or almaizar. I hope that this melting pot comes out without conflict but my Henar frightened me when she said today she wants to give birth to a black baby and better twins gosh I nearly had a shock. I would accept it of course we are all sons of God but it is a pill hard to swallow if she marries a Muslim and takes my child to his harem. If God forbids but I am full of cobwebs and in the doldrums and that is why sometimes I want to talk with you. I cant talk to my wife she says I am burnt out case and she says I look like Buda my looks very deteriorated but I can say I have been a good breadwinner and provider I didn’t keep anything for myself since I am a bohemian and generous coming from a very peasant family but I pushed myself through in life. A pity I couldn’t fulfil my dreams of a literary career. The whole planet has changed and readers are not interested in beauty feelings or aesthetics considerations. Everything has become venal and subjected to market forces. No place to a humanist like me. Still I keep a job and my marriage although it is quite on the rocks had gone to worse patches than now in the past. It was a mistake to get married again out of despite I think sometimes but others seeing the nice family God has given me hold other considerations that I have written a good book with crooked characters and uneven lines. Anyway Suzanne Tony was only a philosopher a dreamer. Should have become a priest but the bishop should have the hell of a job with me always running after the ladies. Please consider my proposal. What do you think about the idea of selling books in partnership with me. That is why I wanted to ring you up. Write as soon as you can and please become a little bit more explicit my lady Suzanne. I always will love you until I pop off. You were a miracle a dream I never thought you were real. That was the trouble. Look after yourself and send my Helen tons of kisses and love and support. I am still scared to talk to her.

Your faithfully

BUSCONES Y BUSCONAS

EL BUSCÓN ENTRA EN MADRID



Don Pablos cobrada la herencia que le dejara su difunto padre, el barbero, (afeitaba barbas rapaba bolsas), y, habiendo hecho un corte de manga a su tío el verdugo del que se fue sin despedirse al cabo de una comilona antropófaga, cosas del hambre, pero en este capítulo se narra cómo se mete de adobo al que hicieron cuartos hubieron de meterse los comensales una cántara de vino para que pasaran bien los pastelillos de carne dudosa él no lo prueba y observa cómo los que comensales de la merendola acaban andando a gatas de la zorra que cogen. Pues lo dicho se presenta en Madrid sin coger el busvao y entra por las Rozas donde en una posada traba conocimiento con un hidalgo de gotera de los que se espolvorean la barba con migas de pan salen a la calle y van paseando muy dignos haciendo ver a sus semejantes que comieron… llegó a aquella insigne villa gomia de tantas sabandijas que como una dellas le recibió y amparó en sus muros” después de referirse a la hospitalidad del rompeolas de las Españas que a todo el mundo acoge cuenta el autor que su personaje entra en la capital por las rozas subido en el carro de un arriero. Catalina y Aldonza se llaman las mozas del mesón. Vestían mantellinas de Segovia basquiñas y otras galas de fregatriz. Vienen de todas partes en busca de fortuna los famosos paseantes en corte que rellenan páginas y más páginas capítulos y más capítulos de la literatura española. Quevedo los llama pretensores. Ellos son preservativos del buen ánimo (lo de preservativo es una palabra degradada en sus tiempos tenía un sentido místico) acudían a la sopa boba de los conventos y por el enverano bajaban a la pradera de San Isidro a bañarse ellos en cueros y ver bañarse con el mismo traje a las hijas de Eva a bailar la capona y a comer las rosquillas del santo. Por atavío ropones de veintidoseno calzas y ropillas capa terciada una sotanilla de paño segoviano estudiantes y clérigos. Algunos se van a vivir a los mesones de la calle Majadericos como la Niña de los Embustes otros buscan albergue en la posada del Peine. Por la calle pasan aguadores y letrados buhoneros franceses vendiendo acericos y alfileres dueñas con la cesta camino del mercado de la Cebada muy atalajadas. Ya llegaron las mozas de partido irlandesas, y amas secas gallegas y asturianas, que amamantaban niños a destajo. un fraile arrea su mula por la costanilla y acaba de llegar a la corte un arzobispo nada menos que el nuncio de Su santidad con una reata de coches y palafrenes entre grandes reverencias de lacayos idas y venidas de la guardia noble. Unos vienen y otros van. Algunos hacen la jera para siempre. En San Ginés hay lutos y ropones. Se celebra el funeral por una dama principal pero hay un bautizo en san Sebastián y por la puerta de san Martin sale una boda. Vivan los novios. Llegada la tarde los amantes acudan a la reja de sus adoradas para dar Martelo y palique. Viene la ronda y un farolero a voz en cuello grita a voz en cuello lo de las doce y serena. Un poco más allá subiendo Montera y a favor de las sombras dos caballeros embozados se baten en duelo por una mujer. Uno de ellos es traspasado por el florete del rival y al caer pide confesión. Se escucha en San José unas lúgubres campanadas. Es el toque de ánimos. Unos hacen la jera otros aparecen unos vienen y otros van. La rueda de la fortuna se mueve sin parar. Movimiento perpetuo. Risas y llantos. A unos les va bien a otros mal. Y de los escarmentados se hacen los arteros. Quevedo en esta gran novela picaresca pinta las costumbres a la tremenda pero todos los pasajes todos los capítulos esconden intención moralizante. Describe las mañas de la tercería refleja el doble rasero de curas hipócritas monjes vagabundos afluyendo a su prosa “ujn diluvio de razones y una tempestad de señas”. El arte conceptista de don Francisco de Quevedo y Villegas exhibe brochazos tremendistas que dan lugar a un cuadro del siglo XVII en negro trescientos años antes de aparecer Goya. Lo goyesco lo quevedesco lo esperpéntico son colación razonable. Un escritor se revela por su lenguaje la particularidad de su estilo la manera de acopiar datos y por el “palabrero”. Ahí la pluma de este madrileño alcanza cotas inalcanzables. Demuestra cómo el castellano bien manejado puede ser un gozo estético. En la estructura del relato corto y punzante hay parataxis. El cuento se proyecta hacia un objetivo concreto sin digresiones de una forma punzante. Es como si el autor manejase garfios o azotase con los gatos de la caricatura y de la risa tanto al lector como a los personajes. Lo que resulta es un trozo de viva. Páginas inmortales. Quevedo nos presenta lo que en España no muere nunca historias mejor o peor hilvanadas algunas cogidas por los pelos otras cohesivas pero inmortales. El Buscón es la crestomatía ambiental de la mentalidad de una época sin talante trágico sino humorístico con una gran sinalectica o prosa descriptiva bien calzada con botas de siete leguas párrafos en los que se pone el caballero de las espuelas de oro las cachondas que así se llamaban entonces los pantalones sobre los que iban las botas de montar. La razón de ser el leitmotiv del Buscón es el hambre. El sexo se sobrentiende o hay que echarlo de comer aparte… “que nunca nos enamoramos sino pane lucrando; las damas melindrosas por lindas que sean entre nosotros están de más y así siempre andamos en recuesta de una bodegonera por la comida, con la huéspeda por la posada, con la que abre los cuellos por el que trae el hombre nos almidona nos plancha y nos lava… pues comiendo tan poco y bebiendo tan mal no se puede cumplir con todas”. Si te abres de rodillas se verá el ventanaje y aquí conviene disimular. Entre burla y juego empedré la faltriquera de mendrugos.




















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VELASCO ME DIJO: FRANCO ERA JUDÍO CIEN POR CIENTO

(De la gente que yo conocí)
patilludo con cara de pícaro, alcarreño de Mondejar, estuvo condenado a muerte por intentar matar a Franco. Falangista de Hedilla de la vieja guardia pero acabó conmigo escribiendo en Pyresa, buen escritor que bebió en las fuentes de vida, fue banderillero y su rostro risueño era agudo como un rehilete, había viajado por el mundo y un día le hice una entrevista. Estos son algunos de las confidencias que me hizo:
-la guerra mundial se gestó en Londres desde donde el sefardita Lord Beconsfield controlaba los asuntos del mundo y fue la marranería la que promovió sus ascensos vertiginosos (de la misma forma que hoy conspiró para canonizar a Juan Pablo II)
Por la vía rápida y saltándose el escalafón.
-Franco participaba de las ideas mesiánicas para conseguir un gobierno universal una m misma espada un mismo trono un único altar esa era la idea de Carlos V.
-El apellido de los Franco es genovés judío por los cuatro costados y una parte de la familia Ramón, Nicolás, era de afinidades socialistas. Francisco Franco cuyas ideas políticas no llegaron a revelarse nunca era monárquico sub conditione.
-Carrero Blanco también pertenecía a la misma raza y al cabo de quince generaciones el general y el almirante conservaban rasgos semitas.
-No amaba a España con la intensidad que se dice porque durante todo su régimen se favoreció a los vascos y a los catalanes y este problema por él creado sigue coleando en la España de las autonomías.
-No parecía español, era frío como un témpano.
Esta entrevista que he descubierto entre mis viejos papeles después de la publicación de mi libro sobre Franco y Sefarad refuerza mi tesis aunque yo no esté de acuerdo con Ángel Alcázar que también debía de ser judío porque portaba en su mirada la llama del fuego sagrado y ese antisemitismo de los grandes judíos de raza que beneficia al Kahal. Había sido corresponsal en Berlín y en sus confesiones me aseguró que Madrid dio instrucciones para salvar a todos los sefarditas de los campos de la muerte. Lo del Holocausto también le parecía idea exagerada. Había sido espía en Tánger y visitaba la kasba donde conocía a un cambista hebreo que tenía una punta en la mesa donde realizaba sus transacciones en oro, cada pieza que compraba la arrastraba hasta rozar con la punta invisible con lo que se conseguía una raspadura del preciado metal. Al cabo de muchas de estas operaciones ya se había embolsado el mercader sus buenos duros. Me parecieron proféticas las advertencias de este gran aventurero hoy España pertenece al viejo pueblo de Israel. El rey es el heredero del régimen franquista y de aquellos polvos estos lodos. Alcázar de Velasco todo lo fascista que se quiera pero era un tío muy lúcido
bueno esto parece que va de perlas

  SAN BONIFACIO DE TARSO   Hoy nos encomendamos a san Bonifacio de Tarso Según las viejas actas Bonifacio pertenecía a una familia de ...