domingo, 31 de enero de 2021

 

FUSILAMIENTO DE UN FALANGISTA EN LA CÁRCEL DE OVIEDO


Esta mañana repasando

Los cajones de la Metida

La casona de mis mayores

Encontré esta terrible fotografía

Un joven de mono azul la cara vendada

Con paño negro

Pero erguido ante la muerte

no sé su nombre

Comparece ante el pelotón de fusilamiento

Tenía 21 años

Siete hombres sin piedad uniforme de guardias de asalto

Apuntan

Un miliciano

Cabo de varas

Da la orden de fuego

Se oye un grito Viva Cristo Rey

Arriba España

Se ven los muros de la cárcel de Oviedo

Un álamo de luto asoma su quima por la tapia del presidio

Si los árboles tuvieran ojos

De aquella escena su mirada apartaría

Todos visten de uniforme

Menos un esbirro que comparece

En mangas de camisa

El reo alza los brazos

Y casi se escucha el grito pecho a las balas

Viva Cristo Rey

Arriba España

Era un 17 de agosto de 1936

Hacía un calor pegajoso de calima

Los montes del Naranco

Aplanados por el bochorno

No querían ante aquel crimen

Mandar su brisa y su sonrisa

Todos en alpargatas

Los esbirros fratricidas

Que mataron a un mozo

A sangre fría

ocurrió tras una saca infame

Una noche de cuchillos largos

Se había escapado del frente

Cruzó el Nalón y en Vetusta

Lo guareció un primo ovetense

Cuando los nacionales tomaron Monte Santana y Artedo

Lo cazaron en un pinar

Eran un enlace de las tropas nacionales

Iba de descubierta

Memoria histórica

Mi alma sangra

Cuando lanzan esa palabra a los vientos

Ya todo lo creíamos

Olvidado y perdonado

Virgen de Covadonga

Tenlo en tu reino

¿Te apiadarás de España?

Unos y otros calzaban alpargatas

eran españoles...

verdugos y victimas

Трансляция Литургии в Лавре: Неделя 29-я по Пятидесятнице, святых праотец

 

EL ATROZ SUEÑO DE CARRERO BLANCO PARECE CUMPLIDO


La tarasca de Corpus muestra por doquier su coramvobis en pompa. Leo a san Pablo y me animo un poco. "Os derriban pero no os rematan". También las charlas microfónicas de don Luis Carrero Blanco vilmente asesinado por un verdugo invisible suyos compinches ocupan carteras y meten bulla en el gobioerno. Estas conferencias por la radio eran charletas sin pretensiones que se ocupan de la actualidad en el bienio 1946- 48 TIEMPOS RECIOS. LA ACTUALIDAD VENÍA SATURADA con hechos de aquí te espero: el cerco económico a España, el veto contra nuestro ingreso en la ONU promovido por Israel, los maquis, los exabruptos de Madariaga aquel intelectual profesor de Oxford que era un tonto en siete idiomas, los regüeldos de Prieto que robó el oro del Banco de España, las soflamas de Attle aquel primer ministro inglés laborista y católico que amenazaba con constituciones y elecciones generales. ¿Qué constituciones y para qué país? La cita es del general Franco. Nosotros hemos ganado la guerra y hermos luchado por una España mejor. El Régimen clamó contra tales improperios con la apoteosis manifestación de diciembre de 1946, "Ni un español sin pan y sin lumbre y sin un trabajo digno algo que nunca han conseguido las democracias manejadas por banqueros judíos catalanes o vizcaitarras. Don Luis Carrero tuvo un sueño. Vió a una gran multitud de desharrapados (llegan, llegan presidente, lo digo en una de mis novelas) calle de Atocha arriba escoltado por un monarca en berlina que sonría complaciente la pechera constelada de medallas que simplemente comparecía, no actuaba agarrotado sus nervios por el miedo, el miedo a la masonería que le hizo ya rilar a Nicodemos el discípulo oculto del evangelio. Propter metum judeorum. A mí me parece que esta pesadilla del almirante Carrero se ha cumplido en esta España de pesadilla que vivimos. A este gran militar le llamaban "El cejas" por las nutridas y cpiosas superficies ciliares. Era un tipo austero fumador católico a machamartillo acostumbrado a dar la cara sin subterfugios. Tal despreocupación le llevó a la muerte. en sus locuciones radiofónicas se muestra como un diserto locutor de frase sencilla ewstilo directo sin pretensiones de dorar la píldora. Su obsesión era Stalin. Sin embargo, a mí me parece cuando han pasado tres cuartos de siglos de aquellas emisiones que ese cargar las tintas contra don José que se ha convertido e el malo de la película obvia alguna certeza. Sus detractores no dicen quién estaba detrás de la jugada:

Beria, Ilia Eremburg el adulador el contrahecho satánico,Rosemberg, embajador de la URSS en Madrid, Yersesinski creador de la checa todos ellos judíos.

Cuando perdieron la guerra de España los mandó a Siberia. Una deuda que los poderosos que mandan en la tierra no olvidan.

Muchos de los generales alemanes de la camarilla del Fuhrer copados por los demócratas fueron ahorcados en Nuremberg. Si embargo los que se entregaron a los rusos si no fueron liquidados en el momento obtuvieron la condición de prisioneros (plenii) el mariscal Von Paulus regresó a su patria dos años después de su estancia en un campo de concentración.

Y hay otra ocasión que don Luis Carrero, que siempre acierta cuando describe a la masonería como la gran enemiga de los españoles y culpable de nuestra guerra civil, no supo entender: Stalin fue el creador de un gran coloso que se llamó la Unión Soviética y ganó la guerra a los alemanes a cambio de cerca de cuarenta millones de muertos y la ganó merced al heroísmo del pueblo ruso y a la intercesión del patriarca ruso Pimen que bendijo las tropas antes de ir al frente como en los tiempos zaristas.

A este respecto he leído las memorias del deán Rojo de Cantorbery, el Rvd. Hewlett, un rusófilo que en su calidad de clérigo anglicano persuadió al dictador para que cesase la persecución contra la iglesia ortodoxa propiciada por los inmediatos sucesores de Lenin los de la KNVD y los agentes del maldito Beria.

En aquellos tiempos de guerra fría con el muro de Berlín erizado de púas no circulaban las noticias y don Luis Carrero Blanco no tenía por qué saberlo. Hoy se está descubriendo el pastel.

No es justo pues achacar a Hitler y Stalin de lo ocurrido en aquel conflicto bélico sin precedentes aunque claro está para los masones la mentira y la distorsión de los hechos es un aliado. Esto puede llevar al mundo a otra hecatombe.

Dios tenga en su gloria a este gran almirante la eminencia gris del régimen de Franco que sucumbió al abrazo de la muerte de un asesino llamado Henry Kissinger. Don Luis Carrero al mirar para abajo y contemplar el panorama español pondrá ceño y arqueará sus pobladas cejas. Se espantará ante la visión del enano y del rey sonriente al quellevan en procesión constelado el pecho de medallas que no ganó en una guerra

 

EL DEAN DE COMPOSTELA Y EL ROBO DEL Calixtino


Don José María Díaz cuando yo lo conocí de prefecto en el seminario diocesano de segoviano era un rubiales hermosa cabellera lisa y pelo casi de mazorca misacantano prefecto del Mayor que usaba sotanas caras de cachemir las que cosía Zurita sastre eclesiástico de Valladolid y se paseaba por los Tránsitos luciendo un breviario de piel con cantos dorados.

Le llamábamos el Gallego – pero su origen es asturiano de Coaña- y nos hacía mucha gracia su acento sobre todo cuando en las pláticas de fin de mes nos ponía en antecedentes de los riesgos que se corrían con las amistades particulares una plaga en aquellos internados endogámicos y con todas nuestras hormonas en ebullición cierto que queríamos ser santos y dignos ministros de la iglesia pero si el alma quería planear hacia las alturas al cuerpo le tiraba el fango: hay que distinguir entre amigos amigotes amiguetes y amiguiños.

Tenía un sentido del humor galaico y una mirada que calaba detrás de las gafas de montura de oro. Una eminencia en teología, en cánones. Pero sobre todo se sabía bien la historia de la Iglesia en sus miserias y grandezas. Todos sabíamos que algún día llegaría a obispo o a príncipe de la Iglesia.

Nos entusiasmaba por su espontaneidad y su sentido del humor que recordaba un poco a esa bonhomía tan galaica de las cuadrillas de gallegos que nos llamaba cada verano Rosalía de Castro. Os los mando como nenos y vuelven como negros.

Y a él también le encantaban las tradiciones romanas de pueblos como Urueñas, donde predicaba las cuaresmas y donde no conocían aun los zapatos sólo las abarcas e imitaba el acento arevaco con que se expresaban los moradores de pa ahí de por aquellos castros que hablan un poco en arandino alargando infinidad las terminaciones en interrogatorias. Has ido a por aguaaaaa? Pues sí pachasco. Y esta interjección de pachasco le llamaba mucho la atención al Rubiales porque no existía traducción al gallego. Sólo eu carallo.

He de confesar que fue uno de mis maestros a los que quiero y respeto y les dedico en parte mi libro SEMINARIO VACIO: LOS PECADOS MORTALES DE LA IGLESIA, un testimonio de que los ex seguimos amando a aquella iglesia y nos sentimos hijos della.

Don José Maria DÍAZ FERNÁNDEZ- un cura inteligentísimo- venía de la Gregoriana y de la de Salamanca- no pertenecía al cupo. Es ahora el deán de Compostela. Le vi ayer en Informe Semanal. Estaba hecho un mozo. Llevaba en la sotana la cruz colorada de los caballeros de Santiago la misma que lucía Quevedo y los reyes de España en la pechera.

Hace unos años un libro interesantísimo que una mano negra se encargo de retirar de la circulación, la misma que ha hecho que el mayor escritor en lengua castellana esté descatalogado y sea un raro o curioso fuera de la circulación. Premática contra Iudeos creo que era el título que descubrió para gloria de la literatura española y bien de la Iglesia este canónigo archivero y hoy deán de Compostela.

Era un texto inédito. Uno ha seguido los pasos de aquel santiaguino que vino a desbravarnos a los latinos de Segovia y he sido tambien archivero, periodista como un hermano suyo, muy literato y polígrafo.

Me apasiona la cultura de España y he escrito de omni re scibili y el que dice España dice de toda la iglesia. Cuando estaba en Alcalá en el AGA estudié el Calixtino un tesoro del siglo XII que es un vademécum o guía de los que se ponían en camino sin ahorrar detalles por escabrosos que fueren. Así previene a los caminantes de que esquiven el País Vasco porque allí no son todavía cristianos y conservan algunas costumbres de la paganidad como es el bestialismo y el códice es taxativo al respecto: “Fornican con la mula, la burra o con la cabra y tiran cantos a los forasteros o les desvalijan si cruzan su territorio”. ¿Habrán sido algún caco del PNV el cual dolido por estos renglones del ilustre manuscrito del siglo XII ha querido vengar la afrenta contra su sentido nacionalista? ¿Estará en las garras de Bildu o de ETA o la madre que lo parió? Como archivero y curator de tesoros a los que no se les puede tasar hoy víspera de la fiesta del Apóstol le ruego al patrón de España que interceda por nosotros y mueva el corazón duro del ladrón.

Es posible que mañana se produzca el milagro y aparezca el libro más antiguo de España y que Dios consuele a mi antiguo prefecto el deán de Compostela que me consta andar muy afligido, tuvo una crisis cardiaca y estuvo a la muerte, según él me confesó en una conversación telefónica.

Hombre cordial generoso y uno de esos sacerdotes al que gusta escuchar porque una conversación con don José María Díaz Fernández es una lección magistral. En historiografía se le considera el Menéndez y Pelayo del Pórtico de la Gloria.

Eximio escritor, poeta e historiador sigue vistiendo el traje talar sotana y dulleta. Virilidad y sabiduría fueron las prerrogativas de este canónigo que nos guarde Dios muchos años por el bien de España y a mayor honra y gloria de las peregrinaciones a Compostela. Sé que todos los curas de Segovia o ex curas que iban a visitar la tumba del apóstol le hacían una visita y él acogía con los brazos abiertos y hasta les honraba con una queimada a los que llegaban procedentes de nuestro viejo seminario conciliar entonces atestado hoy vacío.

Estoy seguro de que cuando le hagan obispo a don José Mari se volverá a llenar. Fue para mí como para muchos de nosotros aunque hiciésemos chanza de su acento- cuando hablaba en galego cerrado no hay quien lo siguiera- uno de esos hombres que dejan poso y marcan ruta. A mí si no de Santiago lo que me hubiera gustado haber sido canónigo de Mondoñedo.

-¿Y por qué non lo fizo, don Verumtamen?

-Prestabanme las mozas por aquel entonces.

-Acabáramos.

-A la vejez viruelas

-Hay en todo este negocio del robo del Calixtino algo muy raro.

-Desde luego. Parece más que una trama policíaca, algo gnóstico. Ya sabe usted, don Quosquetamdem, que Santiago es el hito de los caminos de la cristiandad cuando se cerró Jerusalén y Aladino expulsó a los cruzados. Ahora los de la New Age y la masonería fuerza dominante en ciertas covachuelas quiere expulsar a Jesús de la sede de Pedro. Sólo nos queda Compostela.

-En verdad le digo que nunca vi pasar por estos caminos del Reguerín donde usted y yo hablamos tanto romero. Llegan de todas las partes sobre todo de Alemania y de Centro Europa buscan la estrella, la luz del Oeste.

-Pero el diablo en todo mete el rabo, y en todo se entromete y es por eso por lo que han robado el Calixtino, un acto terrorista más en este caso contra la cultura.

-Pero al final Cristo vencerá. Non vos preocupar, compadres.

-Eso es lo que le decía a usted el gallego cuando le veía triste por el seminario cuando se meaba en la cama.

-A José Maria Díaz yo te mando un abrazo. Que luzca siempre esa insignia de la cruz roja sobre el pecho.

-Una cruz que es como una daga.

-Desde luego la letra con la sangre entra. No hay que confundir el culo con las témporas y nada de ñoñerías.

Cae la tarde sobre el Reguerín. Al otro lado del valle de las Luiñas suenan estampidos de los primeros voladores de la fiesta. Las olas espuman agua mansa sobre los cantiles y un ruiseñor oculto en la sebe despide al día con un sol melancólico que acaricia los ojos y dora de rayos oblicuos los campos. El pájaro melifluo se entrega a su tonada en latín en honor del patrono de España:

Defensor almae Hispaniae

Jacobe, hostium

Tonitrui quem Filius Dei

Vocavit filium.

Aquí en Asturias se siente más que en ningún otro lado la presencia y el “iuvamen” del Hijo del Trueno

 

Miércoles, 07 de marzo de 2012


Muy ilustre Sr. Deán,

Catedral de Santiago de Compostela,

D. JOSÉ MARÍA Díez.

Plaza del Obradoiro

16705

COMPOSTELA,

(Coruña)


Mi querido don José María:


Me tomo la licencia de remitirle mis dos libros Seminario vacío y Franco y Sefarad un amor secreto. Fui alumno suyo en Segovia y me consta lo mucho que Vd. amó a aquella tierra como nosotros le queremos a usted. Para mí fue uno de los maestros que más influyeron sobre todo en aquellas clases de historia. Sé lo mucho que habrá padecido con ese asunto del robo del libro (tribulaciones que manda el Señor para probarnos) por el bien, la verdad y la justicia, pues he sido archivero y reconozco lo mucho que se sufre cuando algún ladrón mete la mano en un tesoro tan grande como el Calixtino.


También he sido periodista de la Prensa del Movimiento donde ejercí de corresponsal en Londres y en Nueva York. Ustedes buenos sacerdotes diocesanos me enseñaron a decir la verdad y defender a mi patria y mi fe, y en esa demanda sigo. En mi libro salgo al paso de las calumnias que se han formado contra Franco ese hombre de bien, militar de pro, y gallego aunque sus origines quedan demostrados eran sefardíes aunque no ha tenido la SRI un valedor tan insigne desde los RR.CC.


Las logias- estamos en lo de siempre- con sus maestres y contramaestres, sus consignas y planchas hacen trizas de su memoria. Sé que usted conoce bien el tema porque publicó, años ha, un texto inédito de Quevedo contra Iudeos. En este libro mío sobre el Caudillo me pregunto si la Teología del Holocausto no ha suprimido la de la Redención. Todo ha dado un vuelco. ¿Quieren cargarse la historia? ¿Por qué ese odio al cristianismo?


Y otro punto que toco es que nosotros fuimos hechura de la Iglesia. Nos moldearon en el mismo molde. Quod scripsi, scripsi.


De sus pláticas interesantísimas guardo un grato recuerdo, aunque fuese un prefecto estricto ()nos tenía que desasnar, veníamos con el pelo de la dehesa) porque es usted don Josémari un gran orador y profundo escritor saqueé la conclusión de que ser cristiano no es un problema de bragueta y con cierta sátira dejo caer la idea a lo largo de mi Seminario Vacío que he tenido que publicar a mis expensas, pero ya conoce usted el panorama porque ha conocido sobre sus carnes la calumnia y la protervia de los nuevos amos del mundo que manejan los círculos de la información.


Soy un proscrito como periodista y escritor y preterido. Nunca fue la libertad de conciencia tan manipulada y controlada como ahora. Me aflige y es una idea que expongo en mi novela el silencio de aquellos que debieran dar un paso al frente y decir adsum. Usted no pertenece al cupo ni de los liberticidas ni de los apostatas.


Sé lo que es un poco el silencio de Dios y por eso redacté estas humildes cuartillas que espero que no sean materia de escándalo para usted sacerdote de Cristo y deán nada menos que de Compostela. Nadie ha llegado tan alto entre nosotros. Estoy seguro de que el apóstol hará un milagro y el preciosísimo texto en el cual se recomendaba a los peregrinos que no pasaran por Vascongadas porque allí había gentes muy salvajes que copulaban con la cabra- una idea de por donde puede ir la conspiración, también el MOSAD puede estar metido en el ajo- volverá a la vitrina de donde un día no debió salir. Estoy seguro, don Josemari.


Usted no se atormente, señor deán, mi querido maestro, eran unos profesionales y ninguna culpa tenía el archivero sino ciertas gentes aleves que anda por el mundo.


He escrito varios artículos en su defensa en mis blows que son francoyelfranquismo.blogspot.com y antonioparragalindo.blogspot.com Los artículos pueden consultarse en Google.Tenga fuerte, señor. Los que queremos rogamos al glorioso apóstol que haga un milagro para bien de Galicia, de España y de toda la catolicidad.


Le abraza en Xto. y le da las gracias con todo mi afecto y respeto en recuerdo de aquellos viejos tiempos. Le rogaría que si me hace la merced de leer ambos libros me diga su opinión, aunque sea adversa y aunque me excomulgue. Yo soy un hombre casado con dos matrimonios y cinco hijos todos arriba pero me gustaría morir en un convento o monasterio y ser ordenado al menos de diácono para cantar la Passio. Espero que esté bien de salud. Siempre fue un gallego fuerte como aquellos segadores que llegaban de Galicia a los que canta Rosalía y que yo alcancé a ver en mi tierra castellana en mi niñez


Suyo s. s. s.




ANTONIO PARRA GALINDO,

Piedras Vivas n. 6

Villafranca del Castillo

Madrid

28692

 

Querido maestro y superior nuestro:


Me llena de alegría recibir su carta y sus dos hermosos libros EN TORNO A LO JACOBEO y ANTE EL PÓRTICO DE LA GLORIA. Ambos textos serán para mí el frumentum o afrecho espiritual durante algunas semanas. Escribiré algo en mis bitácoras antonioparragalindo.blogspot. com., confiteorblogspot.com, o y grancoyelfranquismo.blogspot, como he venido haciendo y de los cuales inserto algunos textos todos ellos de admiración hacia su persona. Usted es el sacerdote que a mí me hubiera gustado ser: humilde, entrañable, encantador, generoso y culto y afable con todo el mundo. En Segovia todos sus antiguos alumnos le queremos y todos se hacen lenguas de su hospitalidad pues no hay ex ni cura segoviano que peregrine a Compostela que no vaya a besarle la mano.

Dicen, señor deán, que el Señor escribe al derecho con letras tuertas y este es mi caso pues habiéndome tomado la licencia de remitirle mi pobre Seminario Vacío, un libro del cual me arrepiento, y yo ahora no lo hubiera escrito, usted me responde con esa caridad de Cristo llena de buenos consejos y de perdón. Yo me arrepiento aunque la idea creo que era crear polémica y defender a la Iglesia. En Galicia creo que ha habido cierta polémica con algún sacerdote casado que consagraba la eucaristía. Ese no es nuestro caso pero si el obispo nos llamase, yo diría Adsum. La tragedia mía es que en el fondo sigo siendo aquel seminarista inocente gordinflas al cual usted que vigilaba nuestra bajada al refectorio de las escaleras del seminario mayor hacía un gesto inflando los carrillos pues yo era el más cantinflas de todo el curso y así sigo. Y luego nos daba aquellas charlas que eran las amenas de todos los superiores. Ay aquel dulce acento de las Rías Baixas. Una anécdota recuerdo. Nos contaba que una vez el cardenal Mendoza el cardenal de España hizo la presentación de siete u ocho mozos y mozas muy guapos a la Reina e Isabel de Castilla comentó con una amarga sonrisa: “ya veo, ya los bellos pecados de Su Eminencia”. Qué detalle de humanidad y de comprensión. La iglesia es una institución sabia y perfecta. Por eso la atacan con tanto denuedo. Pobre pecador de mí. Estoy hecho de barro y miseria. Como le dije he vivido nueve años en Inglaterra. Me hace mucha gracia lo que dice de Chesterton, y lo que cuenta de que el Pórtico de la Gloria fue restaurado por un inglés. Yo amé a esa Old Merry England de la cual habla Chesterton. Estuve casado con Suzanne y tengo una hija Helen de 42 años a la que no veo desde que tenía dos. Viví en Londres y en York. En esta ciudad la antigua Eboracum romana tuve una crisis de fe y a punto estuve de entrar en la Iglesia Anglicana. Me hice amigo del deán que en aquella Sede la más importante después de Cantorbery me ofreció ordenarme de diácono y acepté pero había dos cosas que no me complacían el que no hubiese culto a Nuestra Señora. El ALTAR´S LADY estaba cerrado desde la secularización monárquica estando dedicada la catedral de York a Santa María y otra el fuerte nacionalismo. No oraban por el papa y el Common Prayer Book carecía de la riqueza de nuestros misales, breviarios e himnarios y era una iglesia patriótica y nacionalista. Los ingleses son gente práctica, hacen las cosas a su manera. Son leche de cabra. No mezclan con nada pero admiro su patriotismo, su serenidad y eso que llaman stamina, y el saber respetarse y convivir, es el único país del mundo donde funciona o funcionaba la democracia pues ahora la globalización lo trastocó todo. Los fieles eran muy devotos, gente cristiana y muy buenas personas. Los himnos que cantaban a voz en grito en las vísperas, maitines y laudes preciosos pero a mí me resultaban fríos. En Londres me acerqué a la iglesia ortodoxa rusa y su liturgia magnificente me deslumbró. Ay ese canto diaconal. Un hermano mío que pertenece a un coro y acaba de llegar de Roma donde han cantado en una iglesia bizantina también me ha comentado lo mismo: la liturgia bizantina tanto por el rito de Basilio como el de san Juan Crisóstomo es el no va más. El rito hispano visigótico –corríjame, don José María si me equivoco- guardaba atingencias con la Iglesia de Constantinopla hasta que llegó la reforma de Gregorio VII y los monjes de Cluny que creo que fueron los instauradores o impulsores de la Ruta Jacobea que con la invasión sarracena había gozado de una existencia problemática. Perdimos las viejas rúbricas de San Isidoro y ganamos el canto gregoriano. Tengo una teoría: Iglesia heredera del mensaje de la salvación tiene dos vertientes, la externa (cánones, disciplina eclesial, acción misionera y parroquial) que es voluble y sujeta a los vaivenes seculares pero la gracia fluye oculta, su acción no es perceptible porque actúa oculta. Lo primero es discutible y lo segundo no.

Perdóneme, don José María, si me subo a la parra y me meto en camisas de once varas. Cuando vaya a Santiago me confesaré con Su Ilustrísima y espero que mis pecados no sean materia reservada y alcance la gran perdonanza. Veo que el impulso que han tenido las peregrinaciones jacobeas gracias a USTED han alcanzado un nivel muy alto. Por sus frutos los conoceréis. Usted es un hombre de Dios un verdadero sacerdos Christi. Fíjese a estas alturas de la película cuando estoy a punto de alcanzar la edad provecta de 68 años, soy un poco más joven que usted pero poco, miro atrás en mi vida y retorno al seminario. Aquellos años me marcaron. Me culpo a mí mismo de no haber sido capaz de haber seguido mi vocación. Luego hubo muchos errores y altibajos, pero la Santísima Virgen a la que rezo todos los días el rosario compadeciéndose de este pecador, de este hombre soberbio e irascible, este borracho, me ha sacado de los peligros. Miserias humanas aparte, me he esforzado como escritor, erudito y estudioso, de alcanzar un cierto nivel de calidad literaria y de pensamiento, que hoy no se valora pero como dijo Mig 16 no os pueden ver. Pues algo tendrá el agua cuando la bendicen y me acuerdo de las palabras del redentor bienaventurados seréis cuando os maldigan y os persigan en mi nombre. ¿Podrá sustituirse la Resurrección de Cristo por el Holocausto? Señor hazme que vea. Me acuerdo de la anécdota que nos narraba usted en una clase sobre Galileo Galilei, ¿juras que la tierra es cuadrada? Lo juro e por si mueve…

Aquí le mando 20€ para que nos diga una misa dándole gracias a Dios por este reencuentro, encomendando las almas de nuestros difuntos don JULIÁN GARÍA HERNANDO y Don PEDRO RECIO el obispo DON DANIEL LLORENTE DE FEDERICO, todos los seminaristas fallecidos. En el memento de vivos, por mi hija Helen, y por su madre Gusanee la ex que curó de un cáncer de tiroides gracias a la intercesión de Santa Teresa de Lisieux- he escrito otro libro contando esa historia pero no me atrevo a enviársela porque contiene ciertas herejías- por mi familia María José mi esposa y mis hijos Toñin, Almudena a punto de dar a luz, por mi hija Henar que vive en Estados Unidos y por mi hija Cristina que va muchos a las discotecas. Dirá Su Reverencia que son mucha gente para tan sólo 20 eurillos, pero estoy seguro que a usted don Josemar que están bueno y que tan complacido tiene al apóstol gozará de su intercesión ante el Señor. Sufficit. Perdone la longitud de esta epístola. ¡Tengo tantas cosas que contarle! Gracias nuevamente por sus libros que me parecen magníficos. El del Jacobeo lo teníamos en el archivo de Alcalá. Uestes es el Menéndez y Pelayo del Pórtico de la Gloria, una autoridad en esa exégesis del mundo esotérico del Amor de Cristo hecho piedra. Es el cristus musicus, el Cristus artifex, el benedictus que nos bendice desde esa mandorla de esperanza y de perdón. Animo, don José María, hay mucha gente que le quiere. Por lo pronto toda Segovia y parte de Galicia aunque por allá no falte algún que otro recontrajodido como decía mi abuelo. Es una expresión que yo escuché en Zamarramala.

Un abrazo muy fuerte. Beso sus manos ungidas y que me bendiga y presente mi agradecimiento y mis suplicas al Glorioso Apóstol. Herru Sant Yagu… Gott Santiago… Aurrerá. A usted le hace caso

CALIXTINO


POR EL CAMINO DE SANTIAGO

A PERRO VIEJO NO HAY TUSTUS PERO AUN VALEMOS ALGO



Antonio Parra


Con el Calixtino por libro de cabecera, guía y vademécum de peregrinaciones, un legajo del siglo XII escrito por un tal Américo Picaud, gabacho él que ya nos pone de vuelta y media a los españoles esgrimiendo los antecedentes que esboza la picaresca sobre buen pueblo pero mala gente que dijo el otro cuando se topó con los muros de Benavente (escopeta nacional y España sin españoles sería el paraíso terrenal), mi amigo don Xanti y yo nos hemos echado a los caminos, bordón en la diestra, nuestras recias botas, nuestros peales labriegos, buenos propósitos y mejores resoluciones en el alma que pecadores fuimos y pecadores somos. El vino que no falte. Y el breviario de antes de la nueva reforma también iba en la mochila. Para espantar el diablo que no deja de enredar incluso en las soledades cantábamos en latín los maitines y laúdes a la aurora con el preciso himno monacal de “Iam lucis”, la tercia antes de la siesta, vísperas con el primer rayo del crepúsculo y completas al entrelubricán somnoliento. Nos lo pasamos bomba. Damos grandes rodeos al pisar las ciudades pero los viejos lugares de la Transcantábrica posábamos en veneración, recorriendo las trochas, cruzando las sebes y tramontando los bosques per pedes apostolorum.

Esquivábamos las carreteras y los farolillos rojos de los puticlubs que animan las cálidas noches agosteñas, cabe el arcén de las autovías, los apartábamos con un vade retro. A estas edades no es para que te den una medalla de condecoración si no te llama la atención la jodienda. A perro viejo no hay tustus. ¡Oh pecadores de la nueva Babilonia! Sin embargo, he de confesar como cronista de aquel viaje y conocedor de la Historia del Camino Jacobeo que en la Edad Media era más que la devoción, la diversión y el vivir de gorra el incentivo primordial de algunos romeros. Xantipa que es un cura al que el obispo quitó las licencias por ciertas apostillas que realizara en la hoja parroquial a los cambios operados en la Iglesia después del Vaticano II, nos vino con un texto de Mira de Amescua que señalaba tales peligros de este viaje por el que suspiran los gallegos, ya que deja ganancias, sobre todo si es año santo:

“Toda la Francia confía que nuestras penas aplaques

por Dios y por Santa María y por el Señor San Jacques

Vagamundos inconstantes sin ley, sin patria ni amor

Que de este mundo inferior son estrellas filantes

Callad, callad, que no os vea en cuartos por los caminos

Por quien andáis peregrinos haciendo que el mundo sea

Vuestra patria y de esta suerte cantando por los umbrales

En cristianos hospitales os halla ricos la muerte

Cuando van de romería buena limosna que sacan

Per Deus e Santa Maria y el Señor San Jacques

Oh alarbes que nunca están en lugares permanentes

Y de Roma a Jerusalén y a Compostela en España

Vuestra vil música engaña pa que limosna vos den”

En una localidad del camino cantamos la Passio a dúo al pie de un Santo Cristo milagroso y lo hicimos con tanta unción, mi buen Xantipa de grave y yo atacando los agudos del cronista que narra los acontecimientos en la noche del Jueves Santo, un diácono ruso se nos agregó y bordaba los bajos del repertorio de Palestrina con tan buen concento y proporción, que el cura y algunas beatas nos invitaron a chocolates con churros. Grande es nuestra fe y grande es España por más que me pongan como un trapo.

-Eso no tiene enmienda. A otra cosa mariposa.

Y dijo el Marquillos de Obregón y es a lo que iba pues no puedo desenredar ese enredijo de misterio que me hace tirarme al monte, claro, o buscar el refugio de las tabernas, pues la frase forma parte del laberinto en el que estamos inmersos:

Si eres por ventura español donde quiera que llegues has de ser mal recibido aunque te pongan buena cara. Que aquesa ventaja hacemos a los nacionales del mundo ser aborrecidos de todos; Cuya sea la culpa yo no lo sé.

Ni yo tampoco pero vengo empapado del rocío de las veredas, con la música de algún malvís entre las orejas, el rumor del agua cerca de las cárcavas, la visión edénica de los gollizos y cuchillares, restos de antiguos glaciares que alfombran la manta de los montes de la Robla, el silencio edénico de los castañares ocultos entre las sierras, los cristos rotos y las imágenes venerandas de santos arrumbados que esperan en las iglesias cerradas a cal y canto, el tañer del cimbelillo en las ermitas del monte que a veces nos parecían tocar solas y nos parecía milagro no sé por qué, el donaire de algunas mesoneras que no niegan una sonrisa y un vaso de agua al peregrino, la borrina de los puertos, suspiros de tul en el paisaje de encaje, o el sonido isócrono de las olas sobre la mar de Vegadeo. O los ecos del canto de una salve al atardecer en alguna aldea perdida del Bierzo. O la armonía de la catedral de Santiago que dicen que el que llega allí por primera vez se transforma; si está triste se alegra y, si enfermo, cura de toditas todas, y si nervioso le penetra en el alma una calma infinita que trastoca el hervor diabólico, el tráfago luciferino de la ciudad hediendo a azufre y a exhausto de tubo de escape. Traspuesto el monte de Gozo, es cosa digna de mención que parece que se te alegran los pies y dejan de protestar como en algún tranco de la ruta en que estuvimos a punto de tirar la toalla. Gracias al vino que es sangre de Cristo y la fe. Toda esa belleza y dolor que trajo al mundo el cristianismo y que para mí sigue siendo la religión alegre y verdadera diga lo que diga don Haro Tecglén. Tachín tachén. Áteme esa mosca por el raro. Y luego en la catedral compostelana estaban los paneles que mezclan el cielo con la tierra del Pórtico de la Gloria. La perfecta caja acústica de la ortofonía con que fueran diseñadas las bóvedas. El canto llano que ensalza con salmos acompañantes el movimiento pendular del botafumeiro. Los miembros cansados, el rostro contento.

¿Habremos conseguido la gran perdonanza? No lo sé ni tampoco me importa mucho. Se hace camino al andar y es más importante Hemos ido por las ranuras de la puerta estrecha pero aquí hemos vuelto con nuevos bríos y con fuerzas de refresco.

No hay no puede haberlo país más bello en la tierra. En mi zurrón, yo hubiera querido meter en mi zurrón de peregrino tanta hermosura. No me cabía tanto amor en las alforjas. Al volver de Compostela regresaba ligerito y casi repartiendo besos.

-Oye a ver qué hacemos.

-Vamos de correría.

-¿De correría sin la guardia civil?

-De romeros camino de Compostela. A misa no voy porque estoy cojo pero a la taberna poquito a poco.

-Alguna vez habrá que compaginar la religión y la diversión y con esa idea fija en la mente hicimos la salva de los andantes. Una hogaza de pan tierno, algunos torreznos y tajadillas de la olla que saben a gloria en pleno campo y algún que otro laustibideo con un par de besos al jarro. Y de hoy en un año que el Dios nos conserve en paz y buenos

-Qui multo peregrinanntur paulo minus santificantur (mucho peregrinar y santificarse poco.

-Eso es el del Kempis. Imitación de Cristo. Pero aquel monje flamenco dicen que luego se suicidó o que murió mal y por eso no lo canonizaron aunque gracias a su libro- admirable poder de la literatura que una cosa es predicar y otra dar trigo- canonizaron a muchos. Ya ve usted lo que son las cosas. Ese librillo es una fábrica de santos aunque con un poco de oscurantismo, un si es no es misoneísta y sobre todo quietista. Hoy si viviera el anónimo autor lo escribiría de otra forma. En la actualidad los émulos del Evangelista actúan de otra forma pero se sigue el modelo copiando. Cristo alfa y omega hoy ayer y siempre. Y lo demuestra el hecho de que siga habiendo tantos crucificados y tantos crucifijos incluso en el canalillo del tetamen de Prosperina. Las nuevas chulas se colocan el símbolo al pecho que no saben lo que es pero que en el fondo las debe de proteger en medio de la hoguera de sus vanidades. Que les sienta como un tiro a tanta paganía.

-Cruz al revés.

-No creo que llegue a tanto. Es la puñetera coquetería. Ya sabe usted que si tres son los peligros del alma mundo, demonio y carne, las mujeres agregan otro que las pierde: el buen parecer. Pero yo quería volver a la Imitación pues de niño lo repasé cien veces.

-No me vaya usía a salir con toda una teología de la peregrinación que ya sabemos por donde va y los sabuesos de la información o de la inquisición andan peinando las web en pesquisas de sospecha y si con barbas san Antón y si no la Purísima Concepción. Hechos. Y nada de dichos. Facta non verba que dijo el clásico. Cíñase a la banda.

Pues eso mismo. Salimos don Xanti y yo- su nombre de pila es Xantipa- un hermoso día de la transfiguración después de llevarle laureles a san Salvador cuya talla se venera desde hace siglos en un rincón junto a uno de las responsiones del lado de la epístola en la catedral ovetense. Allí es un día grande el 6 de Agosto y cumplimos la promesa del viejo rito de llevar el ramo y colocarlo a los pies de la imagen en la peana. El que a Santiago va y no visita San Salvador por honrar al siervo se olvida del Señor. Y tanto.

Por eso, muchos a Oviedo lo llevamos en el corazón. Es la ciudad de siempre, nuestro “oppidum” anímico, un refrigerio de cortesía y de elegancia, oasis en el desierto intelectual que nos aqueja, punto de fuga, venero de dichas y de desdichas, memorial de recuerdos, unos buenos y otros no tanto. Oviedín del alma, sombra de la aceitera donde don Fermín enfilaba su catalejo, plaza del Fontán y fachada de san Isidoro donde jugaba a la pelota Tigre Juan. El cuerpo podrá salir de tus recintos sagrados pero el alma jamás te abandonará. ¿Oviedo? ¡Presente!

A mí me nacieron en Segovia de la misma manera que a Clarín lo parió su madre en Zamora por una casualidad pero es – omnium consensu- que yo me he vuelto pixuetu hasta las cachas y hasta lo dice mi forma de parlar y de expresarme con giros y expresiones de la antigua fabla jovial. Dejamos la Argañosa y el roquedo del Padrún a un lado y a la vera del Nalón río matriz de las Españas con un descansín en Mieres del Camino para yantar dimos vista tras largo trajín a los airosos muros de Santa Cristina de Lena en lo alto de un mogote que fue para los primitivos asturcones monte sagrado al que escoltan rodales de castaños y un buen manto de abedules de copas esquemáticas y tronco albar.

Dios debiose de echar siesta en el paraíso antes de venirse a fundar por aquí estas Encartaciones donde los horizontes son sublimes, buen refugio para el que venga huyendo del moro, o de la quema y quiera vivir a escondido. El oratorio de Santa Cristina joya embelesada del ramirense reina señero en el horizonte. Es la llave de los puertos.

Sacha, nuestro ruso y del que hablaré más adelante hizo la genuflexión prosternada según el rito bizantino ante el altar de la santa. Estaba abierta la ermita y delante del iconostasio, en pié, como mandan los cánones, entonamos el Akathistos el más antiguo himno a la Madre de Dios que se conoce. Como se nos había olvidado el griego a Xanti y a mí que también estuvo conmigo en el seminario de Comillas, lo tarareábamos dejando que el diácono ruso llevase la voz cantante. Respondíamos a la plegaria con el radesti (alégrate)cuando el oficiante concluía una de las veintitantas estrofas. Ora pro nobis.

Fue emocionante y como se nos hizo de noche allí mismo en aquel Tabor de veneración de la vieja España cristiana tiramos la boina y acampamos la noche, para, al alba, con el sol ya en las bardas de Campomanes, acometimos la recia subida al Pallares que no es grano de anís.

-Antoñito mucho te pesan las arrobas.

-Más me pesan mis pesares por mis pecados.

-Pero estás aun hecho un recental. Tira palante.

El bordón, la capa de límiste o paño de Segovia de color amusto (pardo), el sombrero capón en son de penitencia, la calabaza que yo sustituí por una cantimplora militar que me legara mi pobre padre recuerdo de los campamentos y las maniobras y todos los arreos del peregrinaje debían de ser un curioso espectáculo para los que pasaban por aquellas soledades. Estampa curiosa que no pertenecía al tiempo del ordenata y del móvil.

Los pueblos están casi desiertos, las casas deshabitadas. Ya no quedan niños y probillos los viellos no pueden ni tenerse pero alguna abuela salió a la puerta para saludarnos deseándonos buen viaje.

-Vayan con Dios

-Y que Él a usted la acompañe, hermana.

Hace treinta años hubiésemos sido un espectáculo y hubiéramos arrastrado tras nos a una recua de rapaces saliéndonos al camino a pedirnos una estampa o una perra para caramelos.

El peligro de los romeros jacobeos eran los canes. Ahora es la velocidad y hay que hacerse a la cuneta no te lleve por delante un treinta ruedas. Algunos camioneros saludaban con deferencia y otros con compasión al vernos vestidos de aquellos capisayos pasados de moda. Una malos pelos y la cara pintada de daifa que por lo que dijo nada amistoso llamándonos cabrones y del pepe por la ventanilla:

-Relicarios, tenéis más moral que el Alcoyano.

Era una rubia de bote y a mí quedaron ganas de retrucar lo del bueno de Jimmy que ya se sabe rubia de bote el chocho morenote por no caer en su misma falta de decoro y devolverla el corte de manga.

-Andididiai.

Otro motorista nos hizo el signo cabruno. Por lo visto le irritaba nuestra cruz de palo al pecho, la calabaza, la ristra de veneras y la esclavina penitente. Nosotros respondiendo bien por mal contestábamos con el signo apotrocaico o señal de la cruz que es aval de paz, de reconciliación y de volver la otra mejilla. En fin que parecíamos unas antiguallas en este siglo de vórtices y de telediarios para perder el resuello. Les da corte nuestra presencia. Nos persignamos. El paisaje era de auténtico cuento de hadas. Los pueblos de la derecha reclinados sobre el vértigo de la montaña parecían figurillas de un belén. Tanta hermosura quitaba la respiración.

Abandonamos morriñosos Asturias pero respirando a pleno pulmón el aire limpio de las cumbres. Don Xanti que anda un poco frayau con lo del azúcar perdía huelgo en algunos recuestos y hubo que parar varias veces hasta coronar el alto.

Arbás, arriba de las revueltas de Pajares, vino a darnos las tardes. Es también un emplazamiento producto de alguna nuncupativo a Júpiter pues los romanos sabían donde alzar sus piedras y prueba de ello es que en todos los lugares elegidos por ellos uno se siente siempre a gusto. Eran los arva o campos. En este emplazamiento mágico y magnífico se establecieron los cistercienses. Era el primer monasterio de las Monas o Nonas, nueve en total que abrían el paso a los límites astures como un cordón de oración y de trabajo. Fue una de las fundaciones más antiguas de los bernardos. El sitio le encantaba a Menéndez y Pidal, oriundo de Pajares, y todos los veranos se perdía por aquí.

Pero de estos extremos, así como de otros, sobre qué hacíamos tres sexagenarios locos embarcados en la aventura del Jacobeo así como de quien eran mis misteriosos acompañantes, un cura corito al que le habían quitado las letras dimisorias por darle al cristal y un diacono ruso que no sabemos de donde había salido se lo contaré en la próxima entrega, si Dios me guarda alguna semanera más, sobre mis andanzas por el camino de Santiago, y si vuesas mercedes me dan gracia y un poquito de su paciencia. Por el momento, vale. De regreso saludo a mis lectores que a buen seguro no me habrán echado de menos pero de algo hay que morir y algo habrá que escribir y más se perdió en Cuba y regresaron cantando. Vueltos a la faena, la verdad es que te añoraba, Madrid, que ya no te quedas sin gente sino más llena a rebosar. Pues antes que te olvide, Virgen de Atocha, se secará la fuente de la alcachofa, que decía Luis Candelas que tampoco vivir muy lejos de la Mariblanca y fue allí donde le apiolaron.

  • Viene usted hoy de una euforia que lo tira.

  • Pues sí la verdad es que no me puedo quejar de la vida. Parezco un buque de guerra dispuesto al combate y abarloado por todos los submarinos de la marina inglesa.

  • Hombre, no creo que esto sea la guerra